Una de las situaciones que enriquecieron mi vida, y que aprendí del diplomado, fue practicar una verdadera comunicación a través del diálogo eficaz en el que, más que palabras, comunico mi verdadero sentir sin temor a que los demás no estén de acuerdo conmigo, al mismo tiempo también entendí que para comunicarme no necesariamente tengo que hablar, que en ocasiones es importante comunicarse en silencio, porque una palmada en el hombro, un abrazo o una mirada sincera transmiten mucho más que mil palabras. Estas situaciones las pude vivir de manera muy cercana en el proyecto comunitario “Una segunda oportunidad” (llevado a cabo en el CERESO para mujeres de Mérida), durante el cual pude darme cuenta que la libertad espiritual está por encima de la libertad física y que la primera es la que nos permite trascender a través del tiempo, sobre todo cuando nuestra actitud es de humildad y de servicio hacia los demás sin esperar nada a cambio. Como bien lo establece uno de los postulados del diplomado:
“Yo soy en la medida en que ayudo a que otros sean.”
Mtra. Julia María Balam Uc
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