El Diplomado en Docencia y Desarrollo Humano representó una semilla que el tiempo y la vida se encargarían de hacer germinar.
El diplomado me había dejado una sed, un deseo de poder continuar de alguna manera, así que cuando recibí la llamada de la Mtra. Ligia Espadas, con su invitación a la presentación del proyecto entre Todos, y al escuchar la propuesta, sin dudarlo solicité ser facilitadora. Desde ese momento, se abrieron puertas que me llevarían a un camino con un significado y un sentido diferentes. La experiencia que se adquiere siendo facilitadora permite que el proceso de convertirse en persona se vuelva algo vivido. Cuántos buenos aprendizajes y satisfacciones he tenido desde que inicié en este Programa, desde la primera generación: cursos, cine, conferencias, encuentros, proyectos, programas de radio. Definitivamente las personas que conformamos esta gran familia hemos crecido generación tras generación, a pesar de que en sus inicios algunos pensaban que sería algo irrealizable. El imán de atracción que despiertan los líderes forjadores de este programa, invita a involucrarse más. Mi experiencia en cada generación me da mayor claridad. Términos como solidaridad, colaboración, encuentro, persona, comunidad, sinergia, diálogo o resiliencia cobran un significado verdadero, un viaje interior de profunda reflexión, orgullo de pertenecer y alegría al compartir.
He recorrido en mis 41 años de servicio, diferentes niveles educativos y diferentes áreas docentes de investigación y formación. Puedo afirmar que ser parte de entre Todos abrió horizontes necesarios en mi labor docente y en mi superación personal. Las redes humanas que ha creado el programa se ramifican y fortalecen. Ha sido un camino épico llevado a cabo por estos Maestros Coordinadores, les prometo seguir adelante con una actitud siempre viva.
Mtra. Dea Isabel Álvarez Díaz
Comments